Los sueños no se cumplen, se animan
Un joven sueña en San Gil (Santander) con unas galletas que caminan y hablan. Le cuenta su sueño a un amigo, que primero piensa que está loco, pero luego comienza a anotar los sueños del joven: “Hagamos una película con sus sueños”, le dice. El joven acepta, su nombre es Maicol Rian y esta es su historia.