La ruta de la ciencia es una serie de encuentros inspiracionales que han tenido lugar en distintas regiones de Colombia. Su objetivo es el encuentro de diversas comunidades con personas a las que la ciencia les ha cambiado la vida. En cada encuentro, el invitado desarrolla una charla corta en la que comparte su historia y explica la importancia que han tenido la ciencia, la tecnología, la innovación y la investigación en su carrera, inspirando a los asistentes y espectadores y acercándolos a diversos temas de manera experiencial.
Silvia Restrepo es bióloga con un doctora en fitopatología, una especialización que se dedica al estudio de las patologías de las plantas, es decir, de las enfermedades que las atacan. Actualmente, Silvia se concentra en estudiar aquellas patologías que son relevantes para el mundo de la producción agrícola, en particular, las que atacan la papa, el tomate de árbol, la uchuva, entre otras. Este es su mensaje para los jóvenes.
Hay pasiones que empiezan temprano y la de Mauricio siempre fue los videojuegos. Tenía 5 años. En el colegio no se contentó, como muchos de sus amigos, con jugarlos y ya: aprendió a programar, siempre intentando materializar sus ideas. Él no quería ser sólo un gamer, sino una inspiración para los gamers, como su ídolo: Satoru Iwata, programador, empresario, leyenda detrás de Mario Bros y Pokemón, además de otras joyas, como Kirby o Earthbound.
David Correa Castaño es ingeniero mecánico pero su primer llamado fue el arte.
Felipe Gutiérrez Martínez es el gerente general de NUXTU, la empresa colombiana encargada de una máquina capaz de oler y sentir como lo haría una nariz y una lengua humana. El dispositivo incorpora inteligencia artificial que le permite analizar diversas propiedades físicas y concentraciones de sustancias en aceites y agua, al igual que una nariz que puede detectar diversos gases.
El camino se hace al andar y nadie ejemplifica tanto el viejo adagio como Pablo Andrés Ortiz, biólogo molecular y bioinformático oriundo del Cauca. Hoy Pablo Andrés dirige el Centro de Teleinformático y Producción Industrial del SENA en Popayán, donde adelanta su trabajo de toda la vida: la investigación en regeneración, genética de poblaciones, desarrollo molecular y cáncer.
