¿Cuánto falta para que se acabe la pandemia?

¿Cuánto falta para que se acabe la pandemia?

Author: mjguerrero Fecha:Agosto 18, 2021 // Etiquetas: Covid19, recomendados, COVID-19 Recomendados

 

Aunque la vacunación ha avanzado, hay nuevas variantes del virus que son más contagiosas. Científicos y científicas nos explican en qué consisten esas variantes y qué viene en adelante 

 

Por Vanesa Restrepo 

Ilustración Alejandra Monsalve

 

No hay que mentir: la pandemia nos tiene cansados. En un año y medio hemos pasado por cuarentenas estrictas, cuarentenas flexibles y mucho miedo. Aprendimos a hacernos pruebas, lavarnos las manos, poner tapetes con alcohol, quitar los tapetes con alcohol, tomar la temperatura en sitios públicos, darnos cuenta de que la toma de temperatura tiene muchas fallas, seguir usando tapabocas, vacunarnos... Entonces, ¿cuánto falta para que todo esto termine?

 

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Los historiadores médicos de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, dicen que las pandemias tienen dos tipos de finales: uno médico, que ocurre cuando las tasas de contagios y, sobre todo, de muertos disminuyen dramáticamente; y otro social, que tiene lugar cuando el miedo a la enfermedad pasa. Según el investigador Jeremy Greene, “cuando la gente pregunta por el fin de la pandemia, generalmente se está refiriendo a ese final social”.

 

En Colombia, el Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Salud (INS), entidades que lideran el manejo de la emergencia sanitaria en nuestro país, consideran que el final de la pandemia se presentará cuando haya una inmunidad de por lo menos el 70 % de la población, aunque con la llegada de nuevas variantes esa meta podría cambiar. 

 

¿Cómo se logra la inmunidad? 

 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la inmunidad consiste en que las personas desarrollen anticuerpos; es decir, que en su organismo tengan un “ejército” de células que no permitan que el virus se esparza, cause daños y mute en el cuerpo. Eso se logra de dos formas: una natural, en la que cada persona se va contagiando y creando sus propios anticuerpos (algo que toma mucho tiempo y puede costar muchas vidas); y otra médica, en la que una muestra del virus o su ADN entra al cuerpo (mediante una vacuna) y el sistema inmunológico se entrena para reconocer y combatir ese virus. 

 

“Cuando la tasa de contagio baja, se vuelve regular y la pandemia se convierte en una endemia, o sea una enfermedad estacional. Nosotros pensamos que con la vacunación del 70 % de la población, podríamos pasar de pandemia a endemia entre finales de 2021 y principios de 2022. Pero no hay forma de saberlo con certeza. Esta enfermedad no está escrita, cambia todos los días”, dice Luis Alexander Moscoso, viceministro de Salud. Dos días después de estas declaraciones, varios epidemiólogos le entregaron al Ministerio de Salud un concepto técnico que abrió la posibilidad de que las condiciones cambien: por cuenta de la variante Delta ya no sería suficiente con tener el 70 % de personas vacunadas sino que se requeriría, al menos, un 90 %. 

 

A principios de agosto el país tenía 39 % de la población (19,6 millones de personas) vacunadas con al menos una dosis de cualquiera de las vacunas disponibles; y 26 % (13,1 millones de personas) con ambas dosis.

 

Pero las vacunas no significan el fin del virus. La doctora Soumya Swaminathan, directora científica de la OMS, explica que las vacunas no necesariamente previenen el contagio, pero sí evitan que haya una enfermedad grave.

 

 

"El objetivo es prevenir la enfermedad y la hospitalización, y las vacunas que tenemos hoy tienen una eficacia de más del 90 % en ese sentido. Lo ideal es que la vacuna impida por completo la infección, pero hoy no existe esa protección al 100 %. Por eso decimos que aunque estemos vacunados podemos infectarnos, pero probablemente tendremos síntomas leves o ningún síntoma, y las posibilidades de enfermar gravemente serán muy reducidas”. 

 

¿Entonces no desaparecerá el virus?

  

Esa es una de las preguntas que más les hacen a los científicos. Y su respuesta es sincera: no lo saben. Y no hay forma de saberlo porque este es un virus nuevo, del que todavía están (estamos) aprendiendo. 

 

Lo que sí se sabe es que el virus ha cambiado —o mutado, como ellos lo llaman— y que esos cambios son impredecibles y generalmente difíciles de controlar. Juan David Ramírez, doctor en Biología e investigador de la Universidad del Rosario, nos contó en el podcast La Curva que los humanos tenemos un conjunto de genes formado por tres millones de letras, que tiene información de cada detalle de nuestro cuerpo: color de ojos, enfermedades heredadas, tipo de pelo, etc. 

 

Los virus, como el SARS-CoV-2 que causa la Covid-19, tienen 30.000 letras en su genoma. Cuando alguna de esas letras cambia, se produce una mutación, y cuando hay un conjunto de mutaciones que permanecen, entonces se produce una nueva variante. El INS ha detectado casi 50 variantes en Colombia, de las cuales 60 % no son de preocupación (la OMS le otorga la categoría de preocupación a las variantes con mayor velocidad de contagio, que causan más daño en el cuerpo o que sobreviven más en el ambiente).

 

Pero hay otras variantes que ya llegaron al país y que sí son de preocupación. La más crítica es Delta (todas llevan el nombre de una letra griega) que se documentó por primera vez en Sudáfrica. El viceministro Moscoso señaló que cuando empezó la pandemia, una persona infectada con el virus podía contagiar a 2,2 personas. Ahora, con las nuevas variantes, un solo infectado puede contagiar hasta ocho personas.

 

“El virus muta para sobrevivir y busca hacerse más eficiente. Hasta el 6 de agosto sabíamos que Delta predomina en Estados Unidos y Europa, y en Colombia teníamos reportado un caso en Cali, cuatro en Bogotá y uno en Bucaramanga. Creemos que para septiembre habrá más casos y después de octubre puede ser la variante que domine en el país”, dijo el viceministro. 

 

En otras palabras, es probable que para fin de año la mayoría de los contagios sean con la variante Delta. Y el tiempo parece darle la razón: una semana después, el 12 de agosto, Antioquia ya había confirmado cinco casos de Delta en su territorio.

 

Por eso Juan Pablo Hernández, director del laboratorio OneHealth, uno de los centros de investigación que hace vigilancia epidemiológica, insiste en la necesidad de seguir usando el tapabocas, lavar frecuentemente las manos y conservar el distanciamiento social, tanto como sea posible. En su concepto, lo más probable es que el virus se mantenga pero baje su letalidad; y que tengamos que usar vacunas de refuerzo cada cierto tiempo, como ocurre con la influenza y las gripas estacionales (esas que pasamos de temporada seca a lluviosa). 

 

 

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