Por Jenny Gallo Santos
Causas de la posible extinción
¿Qué piensas cuando lees una noticia que dice que mataron un jaguar? Seguramente que pueden haber muchas opiniones encontradas. Para algunos es algo necesario, un negocio y para otros una atrocidad contra la naturaleza.
El jaguar (Panthera onca) es el felino más grande de América y es fundamental en la estructura del bosque porque ayuda a mantener el equilibrio de los ecosistemas en donde habita. La ausencia de este felino influye en el aumento de los depredadores medianos y grandes herbívoros. Si las poblaciones de herbívoros crecieran, esto aumentaría el consumo de plantas, plántulas y semillas, por lo que en muy poco tiempo podría llegar a modificar la estructura y composición de los bosques.
Las comunidades aledañas a los bosques donde habita el jaguar se benefician de los servicios y provisiones naturales que la especie ayuda a mantener. Sin embargo, a veces estos beneficios no son fácilmente reconocidos o valorados por las comunidades locales y, por el contrario, el jaguar tiene varias amenazas que hoy lo tienen cerca a la extinción.
Las principales amenazas sobre el jaguar son la degradación y pérdida de hábitat generadas por las acciones humanas como agricultura, minería, ganadería sin manejo y cacería retaliativa. Esta última se genera cuando esta especie consume un animal doméstico y las comunidades locales salen a buscarlo y matarlo.
La mayoría de los casos reportados de depredación de animales domésticos en América Latina son causados por jaguares y pumas. Colombia no es la excepción y además se han reportado casos por oso de anteojos (Tremarctos ornatus) y perros asilvestrados (Canis l. familiaris).
Los grandes felinos están protegidos por la resolución 848 de 1973 expedida por el Instituto Nacional de los Recursos Naturales Renovables y del Ambiente-INDERENA en la que se lee: “por medio de la cual se veda la caza de mamíferos silvestres del Orden Carnívora”. Esto significa que la cacería de estas especies es ilegal, pero la realidad político administrativa del país hace que el control sea deficiente, por lo cual, es crucial que se aborde la depredación de animales domésticos como la principal causa del conflicto y de la cacería. Esto es algo que en las áreas remotas aún no se implementa, más bien es ley que si ven a un felino grande, solo por el hecho de verlo, hay que salir a cazarlo.
¿Qué hacer para evitar la extinción del jaguar?
Para cambiar un comportamiento social que le hace daño a un grupo y en este caso el entorno natural de las comunidades locales, es necesario empezar por entender cuál es la raíz de estos comportamientos grupales. Lo más seguro es que esto incluya elementos culturales, sociales, personales y económicos. Asimismo, es fundamental reconocer cuales son los que tienen más peso para que estas percepciones se sigan perpetuando.
Por ejemplo, en el 2017 llegué donde una familia en la Orinoquia, que tenía seis hijos pequeños y dos pieles frescas de jaguar. Al preguntar qué había sucedido, el padre me dijo que temía por la vida de sus hijos y de sus cuatro vacas y tuvo que actuar. Yo me encontraba como investigadora de Panthera, ONG con la misión de procurar la conservación de los felinos silvestres. A partir de esto, junto con mi equipo, les dimos charlas de sensibilización y visitamos varias veces a esta familia para entender con ellos la importancia del jaguar.
Nos dimos cuenta de algo fundamental, y es que las comunidades primero necesitan resolver sus necesidades básicas y hasta que esto no suceda no van a resolver otras situaciones que estén alrededor. Les propusimos implementar estrategias antidepredatorias para convivir con el jaguar y no accedieron a esto fácilmente, la mayoría de ellos aseguraban que solo querían hacer las cosas como les habían enseñado sus abuelos y no iban a cambiar. Este tipo de pensamiento está muy arraigado en las costumbres llaneras. Así que el primer paso para tomar acciones efectivas fue plantear la pregunta ¿cómo cambiar esto?, ¿cómo podemos entender con la comunidad que se pueden hacer las cosas de forma diferente y proteger a este feroz felino que beneficia a la naturaleza?
A pesar del ejemplo anterior, en Panthera se encontraron experiencias en donde las personas si quieren convivir con la fauna. Es así, como con el programa de manejo de conflicto entre humanos y felinos se han implementado 60 predios modelos en diferentes partes del país. Estos lugares son una muestra de que la coexistencia con la naturaleza es posible. También encontramos ejemplos interesantes donde, con el paso del tiempo, las comunidades han cambiado de percepción.
Una experiencia de convivencia con los jaguares se presenta en Amalfi (Antioquia); este municipio se conoce como “La Tierra del Tigre”. La historia empezó en 1949, cuando unos campesinos mataron un jaguar y lo llevaron al casco urbano, ese día hicieron fiesta en honor a cómo el hombre dominaba la naturaleza. En 2013, otro campesino cazó un jaguar e intentó llevarlo a la plaza pública creyendo que la comunidad iba a celebrar el hecho. Lo que sucedió fue todo lo contrario, en todas las redes sociales y el voz a voz del pueblo rechazó este acto.
Lo anterior se puede analizar como un cambio de percepción, donde primero se presentaron unos cambios de creencias personales normativas, es decir, lo que debe ser que se reforzó de manera colectiva al repudiar el evento de manera grupal. También existía un nuevo convencimiento generalizado de comportamiento, donde se abandonó la noción de matar el tigre o jaguar y ahora quieren protegerlo, porque hace parte de su identidad. Hoy en día, hay varias estatuas del jaguar en diferentes partes del municipio y hacen festivales en honor a su conservación.
Para fortalecer el cambio de percepciones sobre la conservación del felino más grande de América y la biodiversidad en general, se debe empezar por implementar capital social. Según Ostrom, pionera de este concepto y ganadora del Premio Nobel de Economía, el capital social tiene varios factores como confianza, normas de reciprocidad, redes, formas de participación civil y reglas formales o informales de instituciones. Esto debe estar acompañado de la presencia de diferentes grupos de interés en un territorio. Asimismo, se debe tener un enfoque interdisciplinario de los economistas y administradores con otras áreas del conocimiento que amplíe el modelo mental para diseñar y conducir la política pública, en la que es fundamental entender cómo piensan y actúan las personas al momento de tomar decisiones.
En la medida que la frontera agrícola avance, el conflicto con el jaguar se va a seguir presentando. Es tarea de las autoridades ambientales, comunidades y ONG´s ayudar construir capital social para conservar al felino más grande de América y que nos podamos seguir beneficiando de los servicios que ayuda a mantener. La sensibilidad frente a la historia, a los símbolos y a los mitos y leyendas que hacen parte de las cosmogonías de algunas comunidades también puede ampliar el sentido que tiene el jaguar. La desaparición del jaguar significa la desaparición de nosotros mismos. Así como hay instituciones responsables de fomentar el cuidado de la especie, cada persona que vive en territorios cercanos puede ayudar a evitar su extinción, pero es una tarea conjunta ayudar a este felino tan importante.
Este artículo fue escrito por Jenny Gallo Santos. Jenny es profesional en Biología de la Conservación con Maestría en Gerencia Ambiental. Ha trabajado varios años en investigación biológica, evaluación y fortalecimiento de corredores sostenibles en ganadería, cacao, minería, cultivos forestales y turismo con comunidades y diferentes instituciones.
Las ilustraciones son de Elizabeth Builes