La Fundación Liter of Light (Litro de Luz) fue fundada por Illac Díaz, un filipino que quiso llevar luz a comunidades pobres de su país. Muchas comunidades que vivían en la oscuridad pudieron finalmente ver gracias a las botellas de Moser, nada más que envases de plástico de 1,5 litros llenos de agua y con 10 mililitros de cloro, que al instalarse en un techo permiten refractar la luz solar dentro de un espacio que carece de iluminación.
En Colombia, la fundación Un Litro de Luz se inspiró en sus hermanos filipinos y nació unos meses después a la iniciativa original, en el año 2011. Luego de tres años siguiendo los pasos de sus fundadores, los colombianos decidieron que había que hacer más. El nuevo reto era instalar iluminación nocturna e internet en espacios públicos usando tecnologías limpias, materiales reciclados y energía alternativa.
Así, la fundación ahora lleva a rincones alejados del país luminarias para espacios comunes (como plazas, canchas o calles) y, junto a los habitantes, instalan la tecnología que queda a cargo de quienes la van a disfrutar. Es la gente la que se apropia de la luz y el internet que ellos mismos instalan con los materiales y la supervisión de las personas de la fundación. En Unguía, Chocó, junto a Andi Red y el Ministerio de Telecomunicaciones, inauguraron el proyecto Linternet en una zona difícil de cubrir por medios tradicionales debido al conflicto armado que ha azotado a la población durante años.
Un Litro de Luz Colombia ha llevado iluminación a 3.702 hogares. La fundación Un Litro de Luz Colombia tiene impacto social donde más hace falta, gracias a sus iniciativas tecnológicas y su innovador modelo de intervención social. Por eso son una Fórmula de Cambio.
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