Nancy Palacios Mena nació en Quibdó, Chocó, y es maestra. Cuando cursaba primero de primaria, su escuela se cayó, así que le tocó estudiar por años de forma itinerante, “como un poco de arrimados”, dice entre chiste y chanza. Ella y su hermana nacieron con paladar hendido, una condición en la cual el velo del paladar presenta una fisura que une la boca con la cavidad nasal. Este problema genera dificultades en el habla. Sin embargo, ambas hermanas querían estudiar y Nancy Palacios quería convertirse en maestra a pesar de sus asuntos con el lenguaje. Las dos jóvenes se fueron a vivir con unos tíos y trabajaron para costear sus estudios, una en Cali, la otra en Florencia. Desde entonces, emprendieron un camino dedicado a la educación.
No sólo Nancy lo logró, y su paladar hendido no le impidió ejercer como maestra, sino que se convirtió en la “Gran Maestra” del premio Compartir 2015, luego de 10 años enseñando a los jóvenes de Ansermanuevo, en Valle del Cauca. Nancy Palacios se licenció en Ciencias Sociales y tiene una maestría en Sociología de la Universidad del Valle. Es doctora en Ciencias Sociales con especialidad en la Niñez y Juventud. Afirma que “En una de las decisiones más dolorosas de la vida, dejé la educación primaria y secundaria para vincularme a la docencia universitaria. Desde este nuevo rol sigo completamente ligada a la escuela, ahora desde dos tareas fundamentales, hacer investigación educativa y aportar en la formación de maestros”.
Su historia habla con creces de su carácter: para ella no fue suficiente superar una limitación congénita o las desigualdades sociales del país en que nació, se convirtió en un ejemplo de vida y emblema del trabajo duro, la diligencia y la entrega a un oficio que recibe una responsabilidad monumental de la sociedad, y poco de su agradecimiento. Nancy Palacios es una de nuestras Fórmulas de Cambio.