Por Ángela Posada Swafford.
Tener al sol tan cerca y tan lejos ha sido una experiencia frustrante para los expertos que lo estudian. Hasta hace poco, de hecho, no lo habíamos podido observar bien. Pero desde hace dos años, las sondas gemelas Stereo de la NASA, colocadas a uno y otro lado del sol, nos están dando por primera vez una visión completa de sus dos caras al mismo tiempo. Estos satélites nos avisan con cuatro días de antelación sobre la llegada a Tierra de nubes de plasma que viajan a 2,000 km por segundo.
Desde hace tres años, el Solar Dynamics Observatory (SDO) ausculta su superficie recogiendo sus emisiones ultravioletas cada 12 segundos, y midiendo su campo magnético cada 12 minutos. Por su parte el ACE, Advanced Composition Explorer, detecta el tamaño y dirección de una eyección masiva de la corona solar.
El SOHO, lanzado hace 18 años, es una misión conjunta entre la NASA y la Agencia Europea Espacial, que observa la actividad solar desde el Lagrange 1, un punto gravitacionalmente estable entre la Tierra y el sol, a 1.5 millones de kilómetros de distancia de nuestro planeta.
Toda esta información ha permitido crear imágenes de alta resolución en 3D a escala global del sol, que dejan ver cosas como la estructura de su campo magnético y los hervores que agitan su superficie, aportando valioso material para alimentar los modelos matemáticos de su comportamiento que cada vez van siendo más precisos.
Existen por el momento 10 misiones activas internacionales en el espacio, y varias otras a escala más pequeña que incluyen cohetes sonda y globos lanzados este año con telescopios en sus góndolas para espiar a la estrella vecina y sus efectos sobre la Tierra.
Misión a la baja atmósfera solar
La misión satelital más reciente fue IRIS, Interface Region Imaging Spectograph, de la NASA, lanzada el 27 de junio de 2013. IRIS observa cómo se desplaza la materia solar, cómo acumula energía y se calienta a medida que viaja a través de la pobremente entendida atmósfera inferior del sol. Esta área entre la superficie solar y la corona es la más cercana a la estrella y está en constante turbulencia, por lo que es notablemente difícil de estudiar.
Rastrear el movimiento de las partículas y la energía que escupe el sol es crucial para esclarecer algunos de sus misterios: ¿Qué causa la eyección de la materia solar? ¿Cuáles son exactamente los mecanismos del flujo constante del viento, las erupciones y sus primas hermanas, las temibles eyecciones masivas de la corona?
Otras misiones solares futuras y en curso:
- MMS: Magnetospheric Multiscale Mission: Lanzada en 2015. Cuatro satélites idénticos que usarán la magnetosfera de la Tierra como un laboratorio para estudiar la microfísica de la turbulencia, la reconexión magnética y la aceleración de las partículas solares. Es decir, irán directamente tras tres de los cinco misterios.
- Aditya-1. 2019. Agencia: Agencia Espacial India, ISRO. Objetivo: Estudiar las eyecciones masivas de la corona y las estructuras del campo magnético.
- Solar Orbiter. 2019. Orbita céntrica: 25 grados de inclinación solar. Posición: 0.28 Unidades Astronómicas. Agencia: ESA. Objetivo: estudiar cómo el sol crea y controla su heliosfera.
- Parker Solar Probe. 2018. Órbita céntrica: 3.4 grados de inclinación solar. Ubicación: 8.5 radios solares. Agencia: NASA. Objetivo: hacer mediciones directas de las partículas que emanan de la corona solar.
- Solar Sentinels. Agencia NASA: No hay fecha aun. Objetivo: un grupo de seis satélites que estudiarán el sol durante el Máximo Solar, investigando las partículas de alta energía, las eyecciones masivas de la corona y los choques interplanetarios dentro de la heliosfera. La información de usará para prevenir el clima espacial en apoyo de las futuras misiones espaciales tripuladas.
Ángela Posada-Swafford es una periodista científica y escritora colombiana radicada en Estados Unidos. Ganadora de reconocimientos como el Premio Simón Bolívar de periodismo.
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